Cuando
tú no estás ya no sé como pensar,
te
veo hasta en lo frondoso de las plantas,
lloro…
se me hacen nudos en la garganta
y
lo único que anhelo es poderte abrazar.
En
las nubes del tisú cielo admiro tu silueta
la
lúbrica palmera remeda tu ritmo al andar
ni
el cacao logra el sabor de tu boca al besar
tu
acanelada piel crea en mi olfato un poeta.
Eres
en mi espíritu triste como una oración
quizás
no sospechas todo lo que yo te amo,
al
querer expresártelo las palabras derramo,
pero
en la soledad, te canto en mi canción.
©
Hernán Antonio Núñez
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