“¡No vayas a la casa de ese viejo porque está
loco!” le decía la gente a mi nieto…
“¡Siempre anda alegre, despeinado, inventando, sin
pararle bolas a la vida, no cesa de leer o cantar!”
«Porque canto todo el día en una sociedad
de amargados, que matan, que asaltan, que sufren, que lloran, que culpan a sus
iguales del malestar causado por los comerciantes, políticos y gobernantes...
Mucha gente pasa su vida intentando ser
normal y jamás descubrirán lo extraordinarios que pueden llegar a ser, nunca
preguntan nada para no pasar por tontos, ¡ja! Temen equivocarse, viven pendiente
del estereotipo, del que dirán, se deshumanizan, se alienan, se tornan de
plástico.
No quiero estar en el mundo de los normales
que quieren ser más avispaos que los demás, que estafan desde los bancos, que
mienten y roban con falsas religiones, que cometen todo tipo de desmanes contra
su prójimo amparados en el poder, que coartan libertades y asesinan en nombre
de la patria...
Es mejor ser un loco como fue Moisés, como
Juan el Bautista, como Bolívar, como Gandhi, como Martin Luther King, que eran diferentes
a la mayoría, aquella gente que elige ineptos para que los gobierne y se tragan
sus mentiras, peor aún, las alcahuetean a sabiendas que va contra su condición
social y de sus hermanos.
Es posible que la misma sociedad te execre o que en ello te vaya la vida, no lo niego, como le ha sucedido a grandes hombres…, pero habrás vivido con la satisfacción de haber obrado por propia conciencia, con responsabilidad y con la dicha que te dejará el haber vivido con dignidad, y eso no lo puede pagar todo el oro del mundo».
© Hernán Antonio Núñez
La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
ResponderBorrarHeinrich Heine (1797-1856) Poeta alemán.
Cuando todo el mundo está loco, ser cuerdo es una locura.
ResponderBorrarPaul Samuelson (1915-2009) Economista estadounidense.