Este domingo 30 se adelantaron los relojes una hora en la Unión Europea
Llegó el adelanto horario para los
europeos. Y con él, el horario de verano. Los relojes se adelantaron esta
madrugada una hora: a las 02.00 se hicieron las 03.00 y se produjo así un ritual anual que
se viene produciendo desde 1981.
Los
ciudadanos de la Unión Europea (UE) pasaron al horario de verano hoy domingo
30, como todos los últimos domingos de marzo, según lo establecido en una
directiva de 2001 y con el objetivo de ahorrar energía optimizando al máximo la
iluminación solar.
Un cambio que deja un día de 23 horas,
con una hora menos de sueño y una hora más de luz por las tardes. El cambio
horario, según los expertos, influye en el organismo aunque aseguran que hay
que relativizar su impacto, porque se trata de un pequeño desfase.
Esta madrugada
entonces, los europeos durmieron una hora menos ya que su madrugada se acortó
en 60 minutos. La Comisión Europea (CE) decidió armonizar la fecha de inicio
del cambio al horario de verano -que en un principio cada país decidía entre
marzo y abril- para evitar desajustes como, por ejemplo, el que afectaba a los
horarios de los trenes que cruzaban Europa.
El cambio de
horario se empezó a generalizar a partir de 1974, cuando se produjo la primera
crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para
aprovechar mejor la luz del sol y ahorrar así electricidad.
Según los
cálculos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE),
el potencial de ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede
llegar a representar un 5 % del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a
unos 300 millones de euros.
De esa
cantidad, 90 millones corresponderían al potencial de los hogares españoles, lo
que supone un ahorro de 6 euros por hogar, mientras que los otros 210 millones
de euros restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la
industria.
Si se
contribuye al ahorro de energía durante todo el año, haciendo un uso
inteligente de la iluminación en los hogares y siguiendo determinadas pautas o
hábitos, puede permitir ahorrar hasta 100 euros al año, además de evitar
emisiones contaminantes a la atmósfera, recuerda el IDAE.
La medida del cambio de hora tiene, sin
embargo, sus detractores, que alegan que genera efectos perjudiciales sobre la
salud humana y animal, ligados a la secreción de melatonina, una proteína que
regula el sueño. Los niños y
los ancianos,
junto con las personas que se acuestan más tarde y no suelen madrugar, serán los que más sientan este cambio.
Durante los tres o cuatro primeros días
del nuevo horario estival podrá ser habitual, tal y como señala la Sociedad Española del
Sueño, la sensación de cansancio a lo que se sumará una mayor
dificultad para irse a la cama como consecuencia de la alteración del reloj
biológico.
Sin embargo,
la CE presentó en 2007 un informe para revisar la repercusión del cambio
horario en diferentes ámbitos, que reveló efectos positivos de la medida en
áreas como la agricultura o la hostelería y ciertos ahorros energéticos.
Con el
cambio del domingo, tres Estados miembros (Reino Unido, Irlanda y Portugal) se
colocarán a una hora de diferencia del horario GMT, mientras que España,
Austria, Bélgica, la República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría,
Italia, Luxemburgo, Malta, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Croacia y
Holanda situarán sus relojes a GMT+2. Por su parte, Bulgaria, Chipre, Estonia,
Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania y Rumanía adelantarán la hora a GMT+3.
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