Si
miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que
antes no existía: la gente que hoy tiene alrededor de sesenta o setenta años. La
sexalescencia es una generación que ha echado fuera del idioma la palabra
"sexagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes
actuales el hecho de envejecer.
Se
trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento,
de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que
surgió a mediados del siglo XX para dar identidad a una masa de niños
desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse,
ni cómo vestirse.
Este
nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta o setenta, ha llevado una vida
razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan
desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta
literatura le dio durante décadas al concepto del trabajo.
Lejos de las tristes y agobiantes oficinas, esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con eso. Supuestamente debe de ser por esto que se sienten plenos…y algunos ni sueñan con jubilarse.
Los
que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin
temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro en uno y en la otra.
Disfrutan de la "vida", porque después de años de trabajo, crianza de
hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la
mente vacía o ver volar una paloma desde su ventana.
Dentro
de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un
papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando
sus madres sólo podían obedecer y de ocupar lugares en la sociedad que sus
madres ni habrían soñado con ocupar.
Esta
mujer sexalescente pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el
feminismo de los 60′, en aquellos momentos de su juventud en los que los
cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad.
Algunas
se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido
exclusivamente masculinas, otras eligieron tener hijos, otras eligieron no tenerlos,
fueron periodistas, atletas o crearon su propio "YO, S.A.". Pero cada
una hizo su voluntad.
Reconozcamos
que no fue un asunto fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente. Pero
algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas
detenidas en el tiempo; la gente de "sesenta o setenta", hombres y
mujeres, maneja la computadora como si lo hubiera hecho toda la vida.
Se
escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo
teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un e-mail con sus ideas y
vivencias. Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo
están, NO se conforman y procuran cambiarlo YA.
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Raramente se deshacen en un llanto sentimental. Tienen más conciencia de disfrutar plenamente todo. A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, a lo sumo… y a otra cosa.
Raramente se deshacen en un llanto sentimental. Tienen más conciencia de disfrutar plenamente todo. A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, a lo sumo… y a otra cosa.
La
gente mayor comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas,
casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra
forma, cultivan su propio estilo…
Ellos,
los varones no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los
que lucen un traje Armani, ni ellas, las mujeres, sueñan con tener la figura
estilizada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una
mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la
experiencia.
Hoy
la gente de 60's o 70's, como es su costumbre, está estrenando una edad que
todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son,
hoy están plenos físicamente (con sus dignos achaques) e intelectualmente,
recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está
llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben.
La gente de 60's y 70's de hoy, celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo… Quizás, por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los del siglo XXI.
Besos,
Rosy
de Mayra Isabel B
Nota:
Por favor no te lo guardes, pásalo, hay muchos que estamos en esa edad.
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