A tres años de tu partida...
Hoy hace justamente tres años,
asesinaron en un país cualquiera, al cuerpo de un insigne ciudadano, cuya
nacionalidad era todo el mundo. Un verdadero combatiente social, cuyas armas
fueron: las ideas, su palabra libertaria y su humilde guitarra; rebelde hasta la
médula, vivió en contra de las injusticias, vinieran de donde vinieran y
siempre fue contrario a la explotación del hombre por el hombre.
El mayor ecologista poeta de
los últimos tiempos, el mejor defensor de la naturaleza pero con la musa de los
más grandes escritores, de quienes por cierto era gran amigo, aun de aquellos
de épocas que no vivió. Conocido hasta de los santos y de los ángeles, era
hermano de San Francisco y de la Madre Teresa de Calcuta.
Hasta los presidentes
procuraban su cercanía y lo invitaban a palacio y el pueblo se identificaba en
sus canciones y eran los personajes favoritos en sus composiciones. Un fiel creyente de
Dios, de su madre y del pueblo. Su humor era envidiable, ¡se reía hasta de su
desgracia... pero lloraba con la ajena!
Los que tuvimos oportunidad de conocerlo personalmente fuimos unos privilegiados, quizá no fue mi amigo pero me bastó verlo y escucharlo en el Aula Magna de la UCV, lo que ayudó a marcar mi alma, aunque ya de antes me gustaba escucharlo y aprender de su verbo. Afortunadamente lo pude disfrutar al máximo acompañado de mi familia; el solo recordarlo me eriza la piel y afloran a mis ojos trémulas lagrimas de alegría y reminiscencias.
Facundo Cabral, un profeta de nuestra era |
Un auténtico instrumento de
tu paz Señor, ¡un elegido! Quizá el mejor perseguidor de sueños de nuestra
era y uno de los hermanos más fieles del Nazareno por su testimonio de vida,
que siempre siguió Tu Palabra, Padre. La libertad era su norte, los Buenos
Aires el sur, al este y oeste la humanidad y en el centro a Jesús.
Quien te segó la vida
perpetuó tus ideas hermano, sublimó tu alma; lo paradójico del mundo: luchaste
por la paz y por la humanidad y los hombres violentos acabaron tu cuerpo.
Respetando las distancias y el tiempo, me recuerda al más grande hombre de
todos los tiempos al que también asesinaron hace más de 2000 años, torturado y
crucificado. Hoy, mañana y siempre vivirás en nuestros corazones Maestro F@cundo!
© Hernán Antonio Núñez
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