(Es difícil ver la mano
divina en lo que parece desgracia... confía y sigue, que algo bueno te espera)
El único sobreviviente de
un naufragio encontró refugio en una pequeña e inhabitada isla y cada día oraba
fervientemente pidiendo a Dios que lo rescataran. Así, diariamente miraba el
horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.
Cansado de esperar, se
dedicó a construir una pequeña cabaña para protegerse a sí mismo y sus pocas
posesiones. Pero un día, después de andar buscando comida, regresó y encontró
la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo... Lo peor que había
pasado, todo lo que tenía se había consumido entre las llamas.
El, confundido y enojado
con Dios, en medio de lágrimas le decía "¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Por
qué permites esta desgracia?". Así lamentándose, abatido, se quedó dormido
sobre la arena.
Al siguiente día, muy
temprano, escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla...
Finalmente venían a rescatarlo. Cuando tuvo frente a sí a los marineros, les
preguntó, ansioso: "¿Cómo sabían que yo estaba aquí?".
Y sus rescatadores
contestaron: "Vimos las señales de humo que nos hiciste..."
Es fácil enojarse cuando
las cosas van mal, pero no debemos perder la paz en el corazón, porque Dios
está preparando algo bueno para nuestras vidas, aún en medio del dolor, la
incertidumbre, las penas y sufrimiento.
¡Ten fe! ¡Dios está
contigo y te ayudará a salir adelante! Recuerda, la próxima vez que tu pequeña
choza se queme.... puede ser simplemente una señal de humo que surge de la
GRACIA de DIOS.
Por todas las cosas
negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos: ¡Dios tiene una
respuesta positiva a esto!
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