El suave velo de la briza abusando acaricia
con
supremo delirio tu tierna cara angelical
y
envidioso el confidente astro sonámbulo
enciende
la playa observando con delicia
la
desnudez que se ofrendan los noctámbulos.
Los jóvenes amantes van henchidos de placer
añorando con angustia lo soñado desde ayer
la
luz ignota refleja múltiples filamentos
formando
la fuerza que mueve al firmamento.
El satélite celeste está cuidando por si amanece
mientras
atisba la dulce entrega de fluidos y fruición
de
súbito el rostro de la novia como la grana enrojece
cuando
en la arena el hombre besa ávido el pezón.
El claror de la luna está ante los dos
iluminando
la playa donde vas conmigo
soñando
con ardor de amor tu y yo,
te
despierto besándote el ombligo.
Sabiendo que ambos estamos enhorabuena
el
fémino músculo frota la sólida esencia de la ofrenda
en
una fiesta para los dos que al amor enajena
forjando
los amantes de luna llena una leyenda.
©
Hernan Antonio Núñez
precioso! parece que tu corazón está inundado de amor. felicidades!
ResponderBorrarMil gracias, que bueno que te haya gustado!
BorrarHola es María Teresa. Wuaoo todo un poeta. Muy romántico. 😘
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