CUARTO DOMINGO
La corona al iniciar la liturgia deben estar
encendidas las anteriores velas de la corona. Crear un ambiente recogido, con
poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona,
con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la
última vela de la corona, más adelante.
Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
Guía: Alegrémonos porque el Señor está cerca de
nosotros y viene a traernos la reconciliación. Encenderemos la cuarta y última
vela de nuestra corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la
venida del Señor Jesús, que viene a traernos alegría y esperanza. Iniciemos la
oración de esta semana cantando:
Morada de la luz
Celebremos unidos
a la Virgen María,
Porque estábamos
ciegos y nos dio a luz el día,
Porque estábamos
tristes y nos dio la alegría.
1. Mujer tan
silenciosa y encumbrada, ahora más que el sol, recibes en tu vientre al mismo
Dios, al que es tu Creador.
2. Lo que Eva en una
tarde misteriosa buscando nos perdió, Tú, Madre, lo devuelves florecido en
fruto salvador.
3. Tú que eres bella
puerta del Rey sumo, Morada de la Luz, la puerta nos abriste de los cielos al
darnos a Jesús.
Lector: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:
"En aquellos días, se levantó María y se fue con
prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de
María, saltó de gozo el niño en su seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi
Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó
de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas
que le fueron dichas de parte del Señor!" Y dijo María: "Engrandece
mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto
los ojos en la humildad de su sierva, por eso desde ahora todas las
generaciones me llamarán bienaventurada."
Guía: La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos
llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano, quien permite
que esa Luz llegue a nosotros e ilumine nuestra vida. En compañía de Santa
María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras
cantamos.
(Una persona enciende la cuarta vela mientras se entona
el canto, de ser posible durante la cuarta estrofa)
Hoy se enciende una llama
(Se pueden hacer algunas peticiones acudiendo a la
intercesión de la Virgen María respondiendo después de cada petición: Por
intercesión de tu madre, escúchanos señor.)
Guía: Oremos.
Padre misericordioso, que quisiste que tu Hijo se
encarnara en el seno de Santa María Virgen, escucha nuestra súplicas y
concédenos tu gracia para que sepamos acoger al Señor Jesús, tu Hijo, que
contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de
los siglos.
Todos: Amén. Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
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