Unos ancianos estaban celebrando sus 50
años de matrimonio, por eso decidieron volver al pequeño pueblo donde se
conocieron. Sentado junto a ellos, en un café, estaba el policía local, quien sonreía al escucharlos sin que aquellos lo supieran, mientras ellos conversaban...
-¿Recuerdas la primera vez que hicimos
el amor?.......Fue sobre en ese prado que está al otro lado de la carretera... y
dígame cuando te puse contra la reja. ¿Por qué no lo hacemos otra vez, por los
viejos tiempos?-
Emocionados por el recuerdo, salieron
del café y cruzaron hasta el prado. El policía se sonrió, pensando cuan
románticos eran, pero recapacitó y se dijo que lo mejor sería que le echase un
vistazo a la pareja, ¡por si acaso!
El viejito tomó a su mujer cuando estuvieron desnudos y la apoyó contra la reja. El policía, que escondido estaba mirando, no podía creer lo que estaba viendo.
Con la vitalidad de una joven mujer, la
anciana se movía violentamente arriba y abajo, mientras el marido se
convulsionaba como un salvaje. Siguieron así durante un buen rato hasta que los
dos cayeron al suelo, totalmente exhaustos.
Más tarde el policía asombrado por tal
proeza, se acercó cuando se habían vestido y les dijo: - Ha sido la forma de
hacer el amor más apasionada que "sin querer" he visto en mi vida... Ustedes debieron ser
una pareja muy salvaje cuando eran jóvenes.
-No realmente oficial, dijo el
viejecito visiblemente molesto y fatigado, -cuándo nosotros estábamos jóvenes, ...esa
reja de la mierda ¡no la habían electrificado!!!-
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