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miércoles, 12 de junio de 2013

El vaso de agua sucia

Una alumna de un colegio faltó a clases por una semana. Otra compañera empezó a rumorear que la primera no asistía a clases porque estaba embarazada y se estaba practicando un aborto.

La maestra escuchó los comentarios y llamó a la muchacha a su oficina y le dijo: -por favor, tráeme un vaso de agua bien lleno-. La estudiante se lo trajo, la maestra le dijo: -tira toda el agua... al piso-, la muchacha titubeó, pero al final obedeció.

Después de derramada el agua en el suelo, la maestra le dijo: -ahora, recoge el agua del piso y ponla en el vaso-. “no se puede”, dijo la alumna, y la maestra le repitió: -hazlo-; la alumna, con paños y servilletas, recogió todo lo que pudo y sólo alcanzó a llenar medio vaso de agua, además estaba sucia.

La maestra le dijo a la alumna: -así es como ha quedado la fama y el honor de tu compañera. Aún cuando quieras reparar el mal que has hecho, no podrás hacerlo totalmente-.

¡Tu compañera faltó a clases porque estaba en el entierro de su padre, que falleció hace unos días!

Con cuánta facilidad, hablamos sin saber verdaderamente la realidad de las cosas y sobre todo desconociendo la esencia sagrada de las personas que nos rodean…

Qué inconsciencia mas grande, hacernos eco de rumores destructivos y malsanos… ¡Seamos más humanos, más solidarios!

1 comentario:

  1. Dice Lucas 6: 41 - 42
    ¿Y por qué te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo, si no eres consciente de la viga que tienes en el tuyo?
    ¿Cómo puedes decir a tu hermano: -Hermano, deja que te saque la pelusa que tienes en el ojo-, si tú no ves la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo para que veas con claridad, y entonces sacarás la pelusa del ojo de tu hermano.

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