Una de las canciones más hermosas de todos los tiempos.
Grabado por Louis Armstrong, en una adaptación moderna del saxofonista Kenny G.
Con la turbulencia de nuestros días, nos olvidamos de
observar las bellezas que ofrece nuestro mundo, el cual es realmente
maravilloso.
Hagamos un alto en nuestras ajetreadas vidas y observemos la maravilla de la creación y disfrutemos y cuidemos la naturaleza...
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