Mi madre querida: Abigail Núñez Mendoza |
El sacrificio de
una madre es formidable a lo largo de su existencia. Desde que da a luz un
hijo hasta el fin de sus días como madre; aun estando adulto el hijo, ella no
deja de preocuparse, ni siquiera estando casado deja de pensarlo, tiene un nexo
extraordinariamente fuerte con su hijo.
Es capaz de
renunciar a todo si fuere necesario, con tal de proporcionar bienestar a sus
hijos, es capaz de lo más inverosímil y
no pide retribución. Esa es su realización como ser humano, como mujer: Ser
madre.
Y es que la
relación que tiene una madre con sus hijos es distinta a la que tiene un padre por
su hijo, su amor soprepasa lo material. Yo diría que el amor de una madre es lo
más parecido al amor de Dios aquí en la tierra.
© Hernán Antonio Núñez
gerardo brito, barquisimetano, nuestro, gran locutor.
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Así es Carmen Coromoto, extraordinario declamador larense!
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