Una vez
fui a una playa de Barlovento y cuando nadaba me dieron dos calambres (uno en
cada pierna), tragué mucha agua, ...gracias a Dios que algunos nadadores
locales lograron ponerme en la playa totalmente extenuado, pero a salvo.
En mi delirio,
tuve como una visión con esta imagen (abajo en la foto), y me dije a mi mismo:
¡Mi mismo, así si te vas a recuperar!
Hice de
tripas corazón... me levanté arrechísimo de la arena y me fui corriendo de allí!!!
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