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sábado, 11 de mayo de 2013

El beso es una ventaja



Un gesto tan simple, pero seductor como un beso puede traer múltiples beneficios para tu salud. Si piensas que cuando besas, sólo trabaja tu boca, te equivocas totalmente: todo tu organismo entra en acción, igual que tus cinco sentidos.


Si normalmente el corazón  produce entre 60 a 80 latidos por minuto, a la hora del beso, se acelera a un ritmo alucinante: 150 latidos por minuto. Nada menos que 30 músculos faciales hacen horas extras por causa de un simple beso.


Un beso de aquellos, dignos de un telón de cine ejerce una presión de 12 kilos sobre los labios. Hasta un besito dado por un bebé puede ser pesado en gramos. Según los estudiosos, un beso apasionado, que dure 10 segundos, quema 12 calorías. 


Si estas cuentas son verdaderas, besar puede ser un ejercicio alucinante para quien desee mantenerse en línea. 


Veamos algunas comparaciones para tener una idea:

~ 11.5 besos equivale a quemar = 1 Latita de Coca-Cola.
~ 45 besos equivale a quemar = 1 barra de chocolate (100 g.)
~ 6 besos equivale a quemar = 1 bola de helado de fresas.
~ 10 besos equivale a quemar = 1 tacita de postre de vainilla.
~ 14 besos equivale a quemar = 1 latica de cerveza.

Por eso, aquí te mostramos una recopilación con todas esas propiedades positivas para el organismo que desencadenan los ósculos.


  1. Te mantienen joven.
Los estudios demuestran que usamos cerca de 30 músculos faciales para besar, por lo que tonificamos nuestra piel al mismo tiempo que mantenemos sano nuestro aspecto.


  1. Alivian las alergias.
La producción de histamina, que se estimula con los besos, puede aliviar o retrasar la aparición de síntomas como estornudos y secreción nasal.


  1. Mejoran la circulación de la sangre.
Los besos generan adrenalina, ayudan a bombear la sangre, además de disminuir la presión arterial y el colesterol.


  1. Ayudan a tu sistema inmune.
Los besos provocan la liberación de anticuerpos que combaten las bacterias que causan enfermedades.


  1. Te relajan.
Esa sensación de flotar en una nube después de besar estimula la producción de endorfinas y oxitocina, hormonas que te hacen sentir bien y tranquilo.


  1. Benefician a tus dientes.
El intercambio de saliva neutraliza los ácidos desagradables que causan las caries y también se intercambian sales minerales que fortalecen el esmalte.


  1. Te ayudan a vivir más tiempo.
Según estudios, las parejas que se besan por las mañanas viven 5 años más en promedio que aquellos que no lo hacen.


  1. Quemas calorías.
Puedes quemar muchas calorías por minuto durante un beso ardiente.





1 comentario:

  1. Hay besos que pronuncian por sí solos
    la sentencia de amor condenatoria,
    hay besos que se dan con la mirada
    hay besos que se dan con la memoria.

    Hay besos silenciosos, besos nobles
    hay besos enigmáticos, sinceros
    hay besos que se dan sólo las almas
    hay besos por prohibidos, verdaderos.

    Hay besos que calcinan y que hieren,
    hay besos que arrebatan los sentidos,
    hay besos misteriosos que han dejado
    mil sueños errantes y perdidos.

    Hay besos problemáticos que encierran
    una clave que nadie ha descifrado,
    hay besos que engendran la tragedia
    cuantas rosas en broche han deshojado.

    Hay besos perfumados, besos tibios
    que palpitan en íntimos anhelos,
    hay besos que en los labios dejan huellas
    como un campo de sol entre dos hielos.

    Hay besos que parecen azucenas
    por sublimes, ingenuos y por puros,
    hay besos traicioneros y cobardes,
    hay besos maldecidos y perjuros.

    Judas besa a Jesús y deja impresa
    en su rostro de Dios, la felonía,
    mientras la Magdalena con sus besos
    fortifica piadosa su agonía.

    Desde entonces en los besos palpita
    el amor, la traición y los dolores,
    en las bodas humanas se parecen
    a la brisa que juega con las flores.

    Hay besos que producen desvaríos
    de amorosa pasión ardiente y loca,
    tú los conoces bien son besos míos
    inventados por mí, para tu boca.

    Besos de llama que en rastro impreso
    llevan los surcos de un amor vedado,
    besos de tempestad, salvajes besos
    que solo nuestros labios han probado.

    ¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
    cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
    y en los espasmos de emoción terrible,
    llenáronse de lágrimas tus ojos.

    ¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
    te vi celoso imaginando agravios,
    te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
    y qué viste después...? Sangre en mis labios.

    Yo te enseñé a besar: los besos fríos
    son de impasible corazón de roca,
    yo te enseñé a besar con besos míos
    inventados por mí, para tu boca.

    Gabriela Mistral

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